Nacido el 16 de enero de 1911, Eduardo Frei Montalva es uno de los políticos chilenos más reconocidos del siglo XX dentro y fuera del país, siendo su mandato presidencial (1964-1970) el punto más alto de su carrera.

Eduardo Frei Montalva junto a sus padres Victoria y Eduardo, 1911.

Eduardo Frei Montalva junto a sus padres Victoria y Eduardo, 1911.

Recordado como un hombre público influyente, culto y cercano con la gente, su familia lo describe como un padre cariñoso, a la vez estricto; un esposo dedicado; una persona con un gran sentido del humor, cálido con sus amigos y cercanos; un hombre de gustos sencillos y muy hogareño.

La que fuera su residencia familiar desde la década de 1940, hoy Casa Museo Eduardo Frei Montalva, nos acerca a esa dimensión privada, íntima de este personaje de nuestra historia y que hoy, en el 110 aniversario de su nacimiento, queremos resaltar.

Siendo apenas un niño, su familia se instala en la localidad de Lontué, donde su padre trabajaba como contador de una viña. Ahí, en una escuela primaria para hombres, cursaría sus primeros estudios, conviviendo con hijos de obreros y campesinos del sector, quienes según el propio exmandatario dejaron un recuerdo imborrable en su memoria de infancia.

Eduardo Frei Montalva el día de su Primera Comunión en el Seminario de los Santos Ángeles Custodios, 1920.

Eduardo Frei Montalva el día de su Primera Comunión en el Seminario de los Santos Ángeles Custodios, 1920.

Pocos años después, la familia regresa a Santiago y, con apenas 8 años, él ingresa como alumno interno al Seminario de los Santos Ángeles Custodios para completar sus estudios primarios en un ambiente que él mismo describe como bastante estricto y muy austero. Su enseñanza culminaría en el Instituto de Humanidades Luis Campino, donde cursa la secundaria, destacando académica y deportivamente, siendo miembro del equipo de fútbol del establecimiento. Cuando cursa su último año en el Instituto conocería a la que sería su compañera de vida, María Isabel Ruiz-Tagle, quien era nada más ni nada menos que la hermana menor de uno de sus compañeros y amigos, Alfredo Ruiz-Tagle.

Todos quienes conocieron íntimamente a Frei Montalva destacan su calidad de hombre austero y muy trabajador, rasgos que sin duda obedecen a sus experiencias de vida y formación valórica. Decide estudiar para ser abogado, pese a no ser una disciplina de todo su gusto, pues así podría trabajar mientras cursaba la carrera y ayudar económicamente a su familia, ya que el dinero se hizo escaso cuando su padre enfermó.

En 1929, casi dos años después de conocer a su futura esposa, comenzó su noviazgo con María Ruiz-Tagle y seis años después contraerían matrimonio, vivirían un tiempo en Iquique y volverían a Santiago en 1937. Ese año compraron el terreno en la calle Hindenburg 683, en la comuna de Providencia, donde construyeron la que fue su residencia desde 1942. Hoy, este espacio es Casa Museo Eduardo Frei Montalva y entre sus paredes se conserva parte de la historia de nuestro país, pero también cientos de recuerdos, historias y anécdotas de este hombre sencillo, padre de familia, esposo, abuelo.

Eduardo Frei Montalva y María Ruiz-Tagle junto a sus siete hijos, década de 1950.

Eduardo Frei Montalva y María Ruiz-Tagle junto a sus siete hijos, década de 1950.

Durante su mandato presidencial, la vida familiar vivió momentos muy significativos, pues la época más álgida de su carrera como hombre público coincidió con los consecutivos matrimonios de sus hijas e hijos. Mientras lidiaba con los menesteres de la más alta magistratura, en la intimidad de su residencia era testigo junto a su esposa de cómo éstos formaban sus propias familias y abandonaban el hogar paterno. Así, se convirtió en un hombre reconocido a nivel internacional al mismo tiempo que abuelo.

Eduardo Frei Montalva y María Ruiz-Tagle en el jardín de su casa de calle Hindenburg, década de 1960.

Eduardo Frei Montalva y María Ruiz-Tagle en el jardín de su casa de calle Hindenburg, década de 1960.

Luego de ser Presidente de la República (1964-1970), no abandonó sus quehaceres ligados a la política y se mantuvo plenamente activo tanto en Chile como en el extranjero. En su dimensión privada, disfrutó junto a su esposa de volver a tener tiempo para viajar, reencontrarse con viejas amistades. Siempre tuvo tiempo para su familia. Sus nietas y nietos lo recuerdan como un abuelo cariñoso.

Eduardo Frei Montalva y María Ruiz-Tagle en la sala de estar de su casa de calle Hindenburg, inicios de la década de 1980.

Eduardo Frei Montalva y María Ruiz-Tagle en la sala de estar de su casa de calle Hindenburg, inicios de la década de 1980.


Referencias

  • Edwards, Marcial, ed. Memoria Curatorial Casa Museo Eduardo Frei Montalva. Santiago de Chile, 2008.
  • Frei Montalva, Eduardo. Memorias. 1911-1934. Santiago de Chile: Planeta, 1989.
  • Gazmuri, Cristián. Eduardo Frei Montalva y su época. Tomos I y II. Santiago de Chile: Aguilar, 2000.

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